Vive una experiencia espacial en Luna escondida

Redacción Mochileando

El encierro de marzo 2020, provocado por la crisis del COVID-19, detuvo la habitualidad a la que todos estábamos acostumbrados. Ese suceso desequilibró la fuerza de muchos; sin embargo, para otros, fue el evento que los impulsó a realizar sus sueños. Ese fue el caso de Josué Carlos Sánchez Cintrón, propietario Luna escondida, una experiencia conceptual, convertida en hospedería, en las montañas de Barranquitas.

“Nuestro objetivo, además de brindarle una experiencia conceptual única a nuestro astro-huéspedes, es crear una red de economía colaborativa en nuestra comunidad. Con nuestro surgimiento, hemos sido intencionales en impulsar a nuestros vecinos a que sean ellos quienes les den los servicios necesarios a nuestros visitantes. Con la visión de que crecemos mientras hacemos crecer a los nuestros. Tanto como el jabón, el internet, la comida, la limpieza, los telescopios, los jardines, la piscina y todo detalle particular del espacio son gestados por un emprendedor del barrio. Tan así que ya nuestro vecinos llevan en delivery la pizza de la Luna y otro restaurante vecino trabaja los mofongos y mojitos de la Luna. Por otro lado, el agua que llega a la Luna es de un pozo independiente que suple directamente al alojamiento”, relató a Mochi News José Carlos Sánchez, director de Comunicaciones y hermano del propietario.


Los propietarios de Luna Escondida son Josué Carlos y Marel.


A año y medio de su apertura, Luna Escondida garantiza una estadía única que, literalmente, hará sentir a los huéspedes fuera del planeta. Por ejemplo, el espacio está preparado con elementos multi-sensoriales inspirados en la Luna, la relajación y la paz. Durante el día, los visitantes tendrán una experiencia de armonía con vistas la cordillera central y al fondo San Juan; durante la noche, el espacio se transforma con un espectáculo de iluminaciones. Los astro-huéspedes tienen la oportunidad de ponerse trajes de astronautas, hay libros y artículos sobre la Luna dentro del domo, juegos de mesa, Canvas, pintura, vino, y marshmallow para tener una noche inolvidable frente a la fogata.

El espacio también cuenta con una piscina infiniti con calentador, y todas las amenidades necesarias para que el astro-huésped no tenga que preocuparse por nada. Tiene una capacidad para tres personas y fue ideado originalmente para parejas, pero con el tiempo han agregado un espacio adicional (opcional) para que los niños también puedan disfrutar.


El proyecto familiar y comunitario está localizado en Barranquitas, Puerto Rico.


“Los huéspedes pueden transformar su experiencia a su manera. Algo que nos ha distinguido y nos ha permitido tener puntuación perfecta en Airbnb es que nuestras atención a los astro-huéspedes es de primera. Estamos pendientes a cada detalle. Si la pareja va de aniversario y quieren transformar el espacio, lo hacemos. Igualmente para otras festividades. Mi mamá de ves en cuando sorprende a los visitantes con comida hecha por ella. Si hay comida en la mesa de casa, ¿por qué no compartirla? Aunque el espacio es de Josué, mi hermano y Marel, su pareja, en la familia todos participamos y hemos tenido un rol importante. Somos más que un Airbnb, Luna Escondida es un proyecto familiar con visión comunitaria”, agregó José Carlos.

Instagram: lunaescondidapr


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