10 datos de Grand Central en NYC que no conocías

Redacción Mochileando


Si has visitado la ciudad de Nueva York, lo más seguro es que te ha tocado pasar por la terminal de Grand Central. Asombrante desde su tamaño, belleza y cantidad de personas, el estilo Beauxs-Art guarda 110 años de historia. ¡Conoce los datos más impresionantes y ponlos a prueba en tu próxima visita!

La mancha en el techo

Luego de dos años de restauración en 1998, cuando limpiaron el techo descubrieron que el 70% de las capas gruesas eran del humo de cigarrillo y alquitrán. Como recordatorio, dejaron una pequeña mancha de lo sucio que estaba.

La Grand Central de hoy no siempre ha sido la misma

La terminal por la que pasamos hoy ha sido reconstruida tres veces. En un momento, la cantidad de ferrocarriles sobrepasó la estación y tuvieron que construir un edificio más grande. Luego, cuando el interior no estaba equipado para los escapes del vapor de los trenes, tuvieron que demolerla.

Se equivocaron al pintar el cuadro de constelaciones 

El espectacular techo que decora Grand Central, aunque difícil de notar, fue pintado incorrectamente, el norte apuntando al sur y el oeste al este. Este error, que tomó docenas de trabajadores en sus comienzos, tomó dos meses en captarlo. 

Casi es reemplazada

En la década de los 50  pensaban demolerla y construir no tan solo un rascacielos, sino el más alto del mundo. El factor que impidió que hoy esté ahí en lugar de Grand Central, fueron los altos costos de construcción. 

Tenía espías nazis infiltrados  

Cuando un espía alemán le informó a Adolf Hitler que utilizarían una subestación eléctrica secreta para mover tropas, quiso terminarlo de una vez. Les ordenó a los nazis dañar la maquinaria con arena, por suerte la Guardia Costera alertó al FBI y pudo evitar que entraran.



La galería de los susurros

Los arcos de losas de Guastavino cerca del restaurante permiten un efecto acústico que logra que te puedan escuchar desde el lado opuesto de la galería. Aunque no se sabe si fue accidentalmente o a propósito, se le llamó La galería de los susurros. 

Hay una vía secreta escondida

La llamada Vía 61, que secretamente conectaba al hotel Waldorf Astoria, fue abandonada hace años. Se presume que el presidente Franklin D. Roosevelt la utilizaba para transportar sus movidas en la guerra y esconderse cuando le dio polio. 

Había un cine que duró casi 30 años

Este cine presentaba cortometrajes, anuncios y cortos animados en lo que esperaban el tren o a sus seres queridos. Estaba ubicado frente al reloj para que los visitantes pudieran ver la hora. Hoy en su lugar hay tiendas.  

El reloj vale millones

Uno de los objetos emblemáticos de la terminal es el reloj de Grand Central. Justamente en el centro y arriba de la casa de información, este reloj icónico ha sido valorado en millones por los materiales que tiene. 

Tiene dos canchas de tenis 

Como si tener dos canchas abiertas al público no fuera una sorpresa en sí, fue Donald Trump en los 80 que las abrió, originalmente como club de tenis privado. Desde 2009 no le pertenecen y han sido abiertas al público general.